Entre el 27 de junio y el 1 de julio del 2022, se realizó la II Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas (UNOC), la cual tuvo lugar en la ciudad de Lisboa. Fue organizada conjuntamente por los Gobiernos de Kenia y Portugal. Es la segunda edición de esta Conferencia, que originalmente estaba programada para el año 2020, pero tuvo que ser aplazada por la crisis sanitaria. Ella se desarrolló en un momento crítico en que resulta esencial reforzar los esfuerzos para movilizar, crear y promover soluciones que permitan alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ‘Agenda 2030’ de las Naciones Unidas el año 2015. En este sentido, la Conferencia es parte de la concreción del Objetivo de Desarrollo Nº 14: “Vida Submarina”, el cual subraya la necesidad de conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, mares y recursos marinos del planeta.

Los océanos cubren el 70% de la superficie terrestre y albergan alrededor del 80% de toda la vida del planeta, generan el 50% del oxígeno que respiramos y absorben el 25% de las emisiones de carbono, capturando el 90% del calor adicional que se generan de dichas emisiones, constituyendo así la biósfera más grande del planeta. Lamentablemente, como es bien sabido, los océanos enfrentan amenazas sin precedentes como resultado de las actividades humanas y producto del cambio climático. En virtud de este contexto, es indispensable aprovechar instancias como la Conferencia con el fin de abordar algunos de los problemas más significativos, tales como la pérdida de la biodiversidad, el aumento de los niveles del mar, el aumento de las temperaturas generales de las aguas y los conflictos alimentarios, económicos y sociales que van de la mano con todo ello. Se trata de un encuentro que brinda la oportunidad de actuar en conjunto como comunidad internacional frente a problemas de tal envergadura.

Fue una instancia intergubernamental que no solo movilizó a Estados miembros de las Naciones Unidas, sino que también a empresas públicas y privadas, organismos financieros internacionales y a la sociedad civil, a fin de avanzar de forma concreta en acciones en torno a temáticas relativas a la protección de los océanos. En concreto, se contó con la asistencia del Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, de delegaciones de 143 países, con 24 jefes de Estado y Gobierno, 130 ministros y más de 20.000 personas registradas.

El lema de la Conferencia fue “salvar el océano, proteger el futuro”, lo que orientó de algún modo su contenido. Hubo presentaciones de diversos informes científicos y se discutieron aspectos en torno a la reducción de la contaminación marina, la erosión de las costas, la protección de los ecosistemas marinos y costeros, la disminución de la acidificación de los océanos, el fin de la pesca ilegal y la sobrepesca. También existieron diálogos interactivos sobre el aumento de la inversión en conocimiento científico y la tecnología marina, y se instó a reforzar el respeto del derecho internacional en cuanto promueve el uso seguro y sostenible de los océanos y sus recursos. Tras cinco días de reunión, se concluyó con la adopción de una serie de acuerdos, resoluciones y declaraciones por parte de los participantes y los países miembros. Entre otros compromisos pactados, destacan.

  • La iniciativa “Desafío de proteger nuestro planeta”, que invertirá al menos 1.000 millones de dólares para apoyar la creación, ampliación y gestión de áreas marinas protegidas para el año 2030;
  • El Banco Europeo de Inversiones extenderá 150 millones de euros adicionales a toda la región del Caribe como parte de la iniciativa de “Océanos limpios”, para mejorar la resiliencia climática, la gestión del agua y la gestión de los residuos sólidos;
  • Portugal, el país anfitrión, se comprometió a garantizar que el 100% de la zona marina bajo su soberanía o jurisdicción se evalúe como en buen estado ambiental, y a clasificar el 30% de las zonas marinas nacionales antes del año 2030;
  • Kenya está desarrollando actualmente un plan estratégico nacional de economía azul, inclusivo y orientado a las múltiples partes interesadas. Además, se comprometió a elaborar un plan de acción nacional sobre los desechos plásticos marinos;
  • India se comprometió a realizar una campaña de mares limpios en las costas y trabajará para prohibir los plásticos de un solo uso;
  • Hubo un acuerdo general para aumentar el uso de energías renovables;
  • Se acordó destinar varios millones de dólares a la investigación sobre la acidificación de los océanos, a proyectos de resiliencia climática y al seguimiento, control y vigilancia.

Todo esto implicó renovar el compromiso para hacer cumplir cada una de las medidas y objetivos planteados, dando una importancia principal a la cooperación en acciones innovadoras con base científica.

Si bien las decisiones de la Conferencia no son vinculantes ni su cumplimiento es obligatorio, ellas importan un acuerdo político relevante, materializado en lo principal en “La Declaración de Lisboa”. Este texto recogió las líneas de consenso global, los acuerdos y puntos tratados, a fin de facilitar la conservación de los océanos y sus recursos. A su vez, la UNOC de Lisboa servirá de puente para la COP27, convocado para noviembre de este año en Egipto y para la Conferencia del Agua en el 2023, en la ciudad de Nueva York.

 

Es de vital importancia considerar que cada una de estas instancias son especialmente relevantes respecto a la Antártica, a su conservación y protección. El impacto del cambio climático y de las actividades humanas a nivel global afectan incluso las áreas más remotas del Sexto Continente, especialmente a los océanos, los cuales constituyen una red enorme de confluencia alrededor de todo el planeta. En este sentido, recomendamos ver la repetición del evento ‘Océanos polares: motor para el océano global’, organizado por la Foundation Prince Albert II de Monaco, la Fundación Océano Azul y el Instituto Oceanográfico de Mónaco el 28 de junio de 2022, en el marco de la Conferencia.

Frente al gran desafío que implica el cambio climático global, esta Conferencia ha sido un mensaje potente a la comunidad internacional en torno a las acciones que se están tomando y las que se deben llevar a cabo, no sólo desde los gobiernos en forma local, sino que considerando a una comunidad mayor en su conjunto, lo que compromete a la sociedad civil, organismos internacionales y empresas de todo tipo, dando cuenta de la urgencia y necesidad imperativa de crear estas instancias para dar respuestas a un problema que en definitiva nos compete a todos.

Bibliografía:

Organización de las Naciones Unidas, UN Conferencia sobre los Océanos, Lisboa, Portugal. https://www.un.org/en/conferences/ocean2022

Organización de las Naciones Unidas. “La Conferencia sobre los Océanos concluye pidiendo mayor compromiso frente a la grave situación del mar”  https://news.un.org/es/story/2022/07/1511192

EFE/Equipo multimedia, Emol. Junio, 2022. “Mañana inicia la Conferencia de Lisboa: Las claves del evento de la ONU que busca concretar pactos para salvar los mares”  https://www.emol.com/noticias/Tecnologia/2022/06/26/1065075/conferencia-de-los-oceanos-onu.html

Great Barrier Reef Marine Park Authority/Daniel Shultz, fotografia “Unos biólogos marinos inspecionando arrecifes de coral”.