La Antártica ha sido considerada como el continente más prístino del planeta, lo cual se ha reflejado claramente en las pocas especies no-nativas introducidas en él, en comparación a otras partes del mundo. Esto, gracias a su aislamiento, como también a las condiciones climáticas extremas para la vida animal como vegetal. No obstante, el incremento de la actividad humana, junto a los efectos del cambio climático, han propiciado el ingreso de especies no-autóctonas en esta región.
En la XLIV Reunión Consultiva del Tratado Antártico, RCTA (Berlín, 2022) se discutió particularmente este tema, a raíz de unos informes que daban cuenta del descubrimiento de un nuevo insecto no-autóctono en la Antártica, denominado “mosca polilla”. Ello motivó a que se discutiera sobre las posibles medidas a adoptar para frenar la propagación de esta especie en el territorio antártico.
En primer lugar, la República de Corea y Chile presentaron el Information Paper (IP) 09, “Informe sobre un nuevo insecto no-autóctono (mosca polilla) en la Isla Rey Jorge y las Islas Shetland del Sur”. En él indican que esta mosca fue encontrada en dos bases científicas en la isla Rey Jorge durante las temporadas 2019-2020 y 2021-2022, durante las inspecciones rutinarias de trampas para las moscas de invierno, otra especie no-nativa introducida involuntariamente al menos desde el año 2007.
Explican que la mosca polilla es conocida por ser una especie cosmopolita, y que las moscas adultas suelen ser vistas en diversos lugares con alta humedad, incluyendo baños e inodoros, mientras que las larvas usualmente se desarrollan en hábitats acuáticos. Agregan que estos insectos no muerden, pero las larvas sí pueden ser un serio problema para la salud humana, al provocar miasis urinaria.
Por esta razón, recomiendan a los Estados partes con programas antárticos en dicha isla a realizar un seguimiento periódico dentro y fuera de sus instalaciones, como también a sus cadenas de suministro, además de considerar una respuesta coordinada ante esta introducción de especie no-nativa.
En segundo lugar, el Reino Unido y Uruguay presentaron el IP 25, “Respuesta internacional en virtud del Sistema del Tratado Antártico al establecimiento de una mosca no-autóctona en las Islas Shetland del Sur”. En síntesis, sugieren establecer directrices para apoyar el desarrollo de un plan de manejo para especies no-nativas para la mosca polilla, clarificando los siguientes aspectos: (1) El uso de pesticidas, en orden a reducir el riesgo de posibles interpretaciones conflictivas al respecto entre los Estados Partes en su intento de erradicar dicha especie; (2) El nivel de daño ambiental aceptable como consecuencia del intento de erradicación y la variedad de métodos disponibles que sería apropiado utilizar, lo que podría ser también útil a efecto de efectuar una evaluación de impacto ambiental en forma previa a las labores de erradicación; (3) Determinar qué eventos de introducción de especies no-nativas debieran desencadenar acciones de respuesta unilateral, multilateral o de todos los Estados Partes del Tratado Antártico.
Concluyen que, junto con otras directrices sobre la gestión de especies no-autóctonas del Comité para la Protección del Medioambiente, dicho plan podría ayudar a lograr una gestión coordinada de esta especie no-autóctona cada vez más extendida. Además, proponen posibles medidas para reducir el tamaño de la población y evitar una mayor expansión de la mosca polilla, como la educación del personal de las estaciones y de quienes llegan a la Isla Rey Jorge, la implementación de actividades de monitoreo en todas las estaciones de la referida isla, el reporte inmediato de la presencia de moscas en las bases a los respectivos jefes de base y a los responsables de la protección ambiental, entre otras.
El Comité para la Protección del Medioambiente, instancia en que se discutieron estos documentos, agradeció a los Estados su elaboración y presentación. Ante ello, varios de los Estados miembros del Comité expresaron su apoyo para elaborar un plan de gestión internacional, así como la idea de intercambiar experiencias sobre la mosca polilla. Sin embargo, pese a las recomendaciones de los informes, la Reunión Consultiva no adoptó mayores medidas al respecto, y solo tomó nota de los otros documentos de información relacionados con el tema. ¿No debiera tener la RCTA una actitud más proactiva en estas materias? ¿No habría que haber presentado, además de los IP, un Working Paper para ser discutido, desde que este tipo de documentos es el que deriva en la adopción de medidas concretas?
Imagen: República de Corea y Chile. “Informe sobre un nuevo insecto no-autóctono (mosca polilla) en la isla Rey Jorge y las islas Shetland del Sur”, IP 09, XLIV RCTA (Berlín, 2022).
Bibliografía:
- Informe final XLIV RCTA (2022), párr. 173-178.
- Reino Unido y Uruguay. “Respuesta internacional en virtud del Sistema del Tratado Antártico al establecimiento de una mosca no-autóctona en las islas Shetland del Sur”, IP 25, XLIV RCTA (Berlín, 2022).
- República de Corea y Chile. “Informe sobre un nuevo insecto no-autóctono (mosca polilla) en la isla Rey Jorge y las islas Shetland del Sur”, IP 09, XLIV RCTA (Berlín,2022).