Medioambiente

*Artículo escrito por María Jesús Maibe Muñoz

 

El Día del Pingüino es una buena instancia para poner en la palestra la discusión que existe en torno a la actividad turística en la Antártica y la protección medioambiental de la fauna y flora que habitan dicho continente. Desde este punto de vista, surge la interrogante ¿puedo interactuar de alguna manera con los pingüinos si visito la Antártica como turista?

Ante la duda, que puede considerarse genuina por parte de la ciudadanía, desde el punto de vista normativo, la respuesta es no. El Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medioambiente es claro al señalar que todas las actividades que pretendan desarrollarse en el Sexto Continente deben planificarse y ejecutarse con el fin de evitar “cambios perjudiciales en la distribución, cantidad o capacidad de reproducción de las especies o poblaciones de especies de fauna y flora”,[1] y prevenir “peligros adicionales para las especies o poblaciones de tales especies en peligro de extinción o amenazadas”.[2]

Esto se ve complementado y reforzado por el Anexo II al Protocolo sobre “Conservación de la fauna y flora antárticas”, al desarrollar el concepto de “intromisión perjudicial”. Él señala que “se prohíbe la toma o intromisión perjudicial, salvo que se cuente con un permiso”. [3] Tales autorizaciones se dan si existe un fin científico, educativo o de preservación de las especies que las justifique, mas no uno turístico. El artículo 3 del Anexo II del Protocolo número 2 indica que “dichos permisos deberán especificar la actividad autorizada, incluso cuándo, dónde y quién la lleva a cabo, y se concederán sólo en las siguientes circunstancias:

  1. a) con el propósito de proporcionar especímenes para estudios científicos o información científica;
  2. b) con el propósito de proporcionar especímenes para museos, herbarios y jardines botánicos u otras instituciones o usos educativos.
  3. c) con el propósito de proporcionar especímenes para jardines zoológicos, pero en relación con mamíferos o aves autóctonos, sólo si tales especímenes no pueden obtenerse de colecciones en cautiverio en otros lugares o si existe una necesidad de conservación apremiante; y
  4. d) para hacer frente a las consecuencias inevitables de actividades científicas no autorizadas de acuerdo con los apartados a), b) o c) anteriores o de la construcción y operación de instalaciones de apoyo científico.”

¿Qué se entiende por “intromisión perjudicial”? Dentro de los diferentes presupuestos que comprende este término se encuentra “la perturbación intencional de aves autóctonas durante la reproducción o el cambio de plumaje o de concentraciones de aves o focas autóctonas por personas a pie”.[4]

Además de las disposiciones consagradas en el Protocolo y en su Anexo II, existe un documento establecido por la Reunión Consultiva del Tratado Antártico a través de la Resolución 4 (2021), titulado “Directrices generales para visitantes en la Antártica”, cuyo objetivo es garantizar que las personas que concurran a la Antártica no generen impactos de carácter adverso en el medioambiente (vida silvestre y ecosistemas, fauna y flora y aspectos estéticos).[5] Dentro de la sección “vida silvestre” de este documento, se establecen instrucciones claras y precisas a la hora de aproximarse para observar cualquier ser vivo que se encuentre en la Antártica. Al respecto indica:

  • La recolección o alteración perjudicial de la flora y fauna silvestre antártica están prohibidas.
  • Cuando esté cerca de vida silvestre, ya sea en tierra o en mar, muévase o maniobre lenta y cuidadosamente y reduzca el ruido al mínimo.
  • Mantenga una distancia adecuada con la vida silvestre para evitar molestias. Si bien en muchos casos puede ser necesaria una mayor distancia, manténgase, en general, al menos a 5 metros de la vida silvestre en tierra. Cumpla con cualquier instrucción sobre distancias en las directrices específicas sobre especies o sitios.
  • Conceda siempre a los animales el derecho de paso y no bloquee sus rutas de acceso entre el mar y la tierra, lugares de anidación u otros destinos.
  • Los animales pueden alterar su comportamiento si se les perturba. Observe el comportamiento de la vida silvestre. Si la vida silvestre cambia su comportamiento (un animal se pone de pie cuando estaba sentado, mueve la cabeza alerta, comienza a emitir ruidos cuando estaba en silencio, etc.) deje de moverse o aléjese con lentitud.
  • Manténgase fuera de los márgenes de una colonia, observe desde una distancia de seguridad. Los animales son particularmente sensibles a las alteraciones cuando están en época de reproducción (incluyendo la nidificación) o en fase de muda.
  • Cada situación es distinta. Considere la topografía y las circunstancias concretas del sitio, ya que pueden ejercer influencia en la vulnerabilidad de la vida silvestre ante las perturbaciones.
  • Evite pisar huevos, polluelos o materiales de nido de skúas, pingüinos o petreles.
  • Los vehículos aéreos no tripulados no deben utilizarse cerca de la vida silvestre.
  • No alimente a la fauna silvestre ni deje alimentos o desechos en el entorno.

Si no puedo acercarme y sólo puedo observar a los pingüinos desde una distancia segura, ¿puedo llevarme un recuerdo que esté en el suelo? Al respecto, el documento también es claro al señalar explícitamente que “no recolecte ni retire a modo de recuerdo especímenes biológicos o geológicos ni elementos hechos por el hombre, incluyendo plumas, huesos, huevos, vegetación, suelo rocas, meteoritos o fósiles”.[6]

A pesar de que los pingüinos por regla general no son agresivos, se deja constancia que no hay que subestimar su comportamiento, pues al ser animales salvajes pueden ocasionar daños de carácter grave.[7] Así, por su propia seguridad y la de las personas que se encuentran en el lugar, es que se han establecido rangos mínimos de distancia para poder observarlos (al menos 5 metros de distancia).

Para efectos de cuidar y resguardar a la vida silvestre en la Antártica, se han considerado incluso instructivos y resguardos para los medios de transporte utilizados en la zona donde se encuentre la vida silvestre. Dentro de las situaciones contempladas, se encuentran el no utilizar ningún medio de transporte que la altere, ya sea en tierra o en mar; y que si se utilizan lanchas pequeñas, se debe reducir al mínimo cualquier tipo de alteración que pudiera repercutir en la vida silvestre y evitar cualquier colisión o zonas en donde haya una concentración de aves y mamíferos, entre otras.[8]

Todo lo anterior pone de algún modo en cuestionamiento la actividad turística. Hay quienes consideran que debiera prohibirse tajantemente, mientras que  otros opinan que debiera permitirse pero bajo parámetros de conducta y responsabilidad claros y estrictos.

Cuidar y preservar cuanto sea posible el medioambiente antártico y la flora y fauna que alberga, es quizás uno de los objetivos esenciales que persigue el derecho antártico y la comunidad internacional en general. En condiciones ideales, el Continente Austral debería estar expuesto lo menos posible a la intervención humana para concordar con dicho propósito. Sin perjuicio de las dificultades e incertidumbres que depara el futuro, los Estados que integran el Sistema del Tratado Antártico se encuentran comprometidos en la protección del medioambiente antártico y esperamos que así se mantenga por mucho tiempo más.

 

Bibliografía

Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección al Medioambiente.

Anexo II del Protocolo de Protección al Medioambiente al Tratado Antártico “Conservación de la Fauna y Flora Antárticas”.

Resolución 4 (2021), Directrices generales para visitantes a la Antártica.

 


[1] Artículo 3 párrafo 2 letra b) IV del Protocolo de Protección al Medioambiente Antártico.

[2] Artículo 3 párrafo 2 letra b) V del Protocolo de Protección al Medioambiente Antártico.

[3] Artículo 3 párrafo 1 del Anexo II del Protocolo de Protección al Medioambiente Antártico.

[4] Artículo 1 letra h) IV) del Anexo II del Protocolo de Protección al Medioambiente Antártico.

[5] “Directrices generales para visitantes a la Antártica” párrafo 2. Disponible en https://www.ats.aq/devAS/Meetings/Measure/743

[6] “Directrices generales para visitantes a la Antártica” sección “Valores de la Flora y la Fauna Silvestre”. Disponible en https://www.ats.aq/devAS/Meetings/Measure/743

[7] “Directrices generales para visitantes a la Antártica” sección “Medidas de seguridad/preparativos”. Disponible en https://www.ats.aq/devAS/Meetings/Measure/743

[8] “Directrices generales para visitantes a la Antártica” sección “Transporte”. Disponible en https://www.ats.aq/devAS/Meetings/Measure/743