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La comunidad antártica se ha visto enfrentada a drásticos cambios frente a la llegada del coronavirus SARS-CoV-2 al mundo. Pese a los riesgos de una fácil propagación en el Sexto Continente en atención a su ecosistema extremadamente frío y seco, este sigue siendo el único espacio de la Tierra sin presentar casos positivos gracias a las estrictas medidas adoptadas a tiempo. Para lograr este objetivo, tanto los Estados Consultivos (que tienen presencia permanente en la Antártica para el desarrollo de actividades científicas) como los operadores turísticos, debieron modificar rápidamente sus calendarios y actividades, produciéndose efectos generalizados como la postergación de reemplazos científicos dentro de bases de investigación, la disminución del contacto entre los miembros de estaciones científicas extranjeras, la suspensión del turismo en forma absoluta durante los primeros meses del año, entre otros.

Una eventual expansión de esta pandemia en el continente antártico es un riesgo que no debemos permitir, aún más si consideramos la ausencia de un equipo óptimo para tratar estos casos dentro del territorio y la vulnerabilidad que presenta el poco espacio disponible dentro de las bases científicas para lograr un estándar adecuado de distanciamiento social, pudiendo verse comprometida gravemente la salud de los investigadores científicos, los turistas, militares y otros operadores antárticos. A su vez, existen muchas interrogantes en torno a las consecuencias que pueda provocar este nuevo tipo de coronavirus en la frágil fauna del territorio polar.
Ahora bien, ¿Cuáles han sido las medidas adoptadas para evitar la expansión de la pandemia en la Antártica?

 

Turismo

Según la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártica (IAATO, por su sigla en inglés), durante la última temporada 2019/20 la cantidad de turistas en la Antártica superó las 74.000 personas (IAATO, 2020a), y se esperaban aún más visitantes para el próximo período. Si esta proyección se hubiese concretado, sin duda habría implicado que el alto tránsito humano actuara como vector de una eventual propagación de la enfermedad. Por otro lado, la mayor cantidad de visitantes que llegan por medios aéreos y marítimos (en especial a través de cruceros) se concentran en la Península Antártica (ver tabla 1), lugar donde se encuentra la mayoría de las bases científicas y es una zona que reúne gran cantidad de fauna, lo que constituye otro motivo para cesar de inmediato el movimiento de personal no esencial en la zona.

 

Tabla 1: Resumen de las actividades de la IAATO para la temporada antártica 2019-2020

Tipo de turismo Total pasajeros
Turismo marítimo tradicional en Península Antártica 49.806
Turismo marítimo en Mar de Ross / Continental 514
Buques de vela / Náutica en Península Antártica 165
Aéreo-Cruceros en Península Antártica 4.679
Grandes cruceros en Península Antártica 18.506
Turismo de campo profundo 731

Fuente: IAATO (2020b) “IAATO Antarctic visitor figures 2019-2020”.

 

A partir de estos datos quedan en evidencia al menos dos nuevos desafíos que debe enfrentar el Sistema del Tratado Antártico (STA) tras la pandemia; primero, evitar que un eventual contagio en la Antártica se propague especialmente dentro de la zona de la Península Antártica; y segundo, lograr un equilibrio entre el acceso al Sexto Continente y la protección del medioambiente. Esta conclusión lógica a la que se parece llegar desde cualquier perspectiva debe además considerar una crítica previa en torno a la apertura limitada al territorio, que pese a concentrar gran parte de la población mundial en su organización interna, el acceso sigue siendo exclusivo para unos pocos.

Con el propósito de dar respuesta a estos nuevos desafíos los miembros de la IAATO discutieron cómo enfrentar la pandemia de cara a la próxima temporada antártica 2020/21, teniendo en cuenta que sus principales funciones como organización son la promoción de un turismo antártico seguro con altos estándares de responsabilidad ambiental. Así, considerando que la nueva temporada de expediciones comenzaría en octubre del presente año, los operadores mantuvieron constantes comunicaciones con los países puertas de entrada a la Antártica y sus gobiernos, trabajando en posibles escenarios y buscando soluciones a largo plazo. De esta manera surgió una guía para las operaciones COVID-19 que proporciona herramientas para evaluar los riesgos y desafíos dentro de cada empresa, poniendo énfasis en los protocolos de emergencia y necesidades hospitalarias (IAATO, 2020c).

Es menester destacar los valores de unidad y cooperación que se han suscitado en el sector del turismo antártico para la búsqueda de soluciones, sin perjuicio de que en la práctica cada operador pueda funcionar según sus propias decisiones individuales.
En síntesis, cada miembro de la IAATO deberá determinar si ir o no la Antártica en la próxima temporada 2020/21 en conformidad con sus capacidades operativas, las necesidades de sus huéspedes y las limitaciones externas que exige cada ciudad puerta de entrada a la Antártica, motivo por el que varios operadores han decidido cancelar o reducir sus expediciones. Además, todo viaje será visual y sin bajar a las bases de investigación antártica salvo autorización y permiso explícito de la nación a la que corresponda.
Uno de los operadores que decidió cancelar sus cruceros en el sector es la empresa noruega Hurtigruten, debido a la falta de viajeros internacionales y al aumento de casos de COVID-19 en Europa y América (Reuters, 2020). A su vez, la empresa estadounidense  Antarctic Expeditions and Logistics también decidió cancelar su temporada basándose especialmente en el aumento de los casos en Chile, y en particular en Punta Arenas (Antarctic-Logistics, 2020).

Por su parte, los operados turísticos que decidieron seguir adelante con sus viajes a la Antártica han debido reinventarse tanto en el transporte por aire como por mar. Por ejemplo, la aerolínea australiana Qantas se asoció con la compañía Antarctica Flights para ofrecer viajes “panorámicos” de 12 horas. Estos parten desde Australia hacia la Antártica con el fin de obtener una experiencia turística en el continente por medio del aire a pesar de no tocar tierra firme (Lavallén, 2020), sumando una serie de entretenciones dentro de la aeronave, comida y bar abierto. A su vez, los ya populares cruceros que ofrecían rutas antárticas se vieron en la necesidad de aumentar la seguridad sanitaria dentro de sus dependencias, realizar exámenes médicos previos al embarque y contar con personal de salud adicional a bordo, además de presentar una oferta flexible en torno al cambio de fechas en los viajes, recordando que actualmente cada país avanza a un ritmo distinto de contagio y las medidas restrictivas de desplazamiento son variables en el tiempo.

 

Chile

La responsabilidad de Chile como uno de los 5 Estados puerta de entrada a la Antártica a través de Punta Arenas impuso sin duda un arduo desafío desde el comienzo de la pandemia, debiendo abogar no sólo por la seguridad de sus propios compatriotas que se encontraban en el Sexto Continente o viajarían prontamente, sino por el tránsito producido en esta ciudad gracias al alto flujo de intercambio extranjero que llega con el fin de trasladarse posteriormente a la Antártica. Con todo, también existe una carga implícita de no ser espacio propicio para el envío del agente infeccioso al único continente prístino y libre de coronavirus SARS-CoV-2.
En consecuencia, desde el inicio del año 2020 se ordenó la suspensión de desplazamientos por parte del personal y transportes de carga, se cerró el acceso de turistas a todas las dependencias del Programa Antártico Chileno, se dispuso el cierre de la base antártica Yelcho y de los laboratorios de INACH de la base naval Arturo Prat de la Armada de Chile, y se suspendió la expedición científica del Buque Aquiles a bahía Margarita (INACH, 2020b). Además, se determinó el cese de las visitas a otras bases antárticas aledañas, como el caso de la base china “Gran Muralla (长城 Chángchéng)” (García, 2020), entre otras medidas.
Sin perjuicio de lo anterior, recientemente fue posible que la Expedición Científica Antártica 57 del INACH se desplazara hacia la base Escudero en la Isla Rey Jorge, gracias al cumplimiento de una serie de requisitos impuestos tanto para los programas antárticos nacionales como extranjeros que utilicen la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena como entrada hacia el continente. Este protocolo exige cuarentena obligatoria preventiva en Punta Arenas por 14 días e ingresar a la Antártica con un examen de PCR negativo de menos de 72 horas (INACH, 2020a).

Otros países han adoptado medidas similares como el caso de Argentina, que también dispuso reducir sus tareas de la campaña de verano 2020/21, adicionando la no ocupación de bases temporarias ni refugios, y embarcando el personal mínimo e indispensable para desarrollar las operaciones logísticas. A su vez, tampoco permitirá el traslado de familiares ni docentes que suelen acompañar al personal militar (Gobierno de Argentina, 2020). Por su parte, EE.UU. también ha modificado sus actividades y a principios de noviembre determinó que su rompehielos “Estrella Polar (Polar Star)” no realizará viajes de suministro a la estación McMurdo, decidiendo pasar la temporada en el Ártico (Kubny, 2020). En síntesis, los Estados Parte del STA se encuentran trabajando individual y conjuntamente para que la Antártica siga siendo el único continente libre de los estragos del coronavirus SARS-CoV-2, estrechándose aún más los principios de paz y cooperación que inspiraron en un comienzo al Tratado Antártico (1959, en vigor 1961).

Por último y pese a todas las incertidumbres que nos siguen asaltando como humanidad, podemos destacar el quizás único aspecto positivo de la pandemia: la naturaleza y el medioambiente están recibiendo un merecido descanso de las masas humanas, disminuyendo el estrés de la fauna marina y reduciendo las emisiones de gases en la zona antártica tras una menor circulación de embarcaciones.

 

Bibliografía

 

Antarctic-Logistic (2020) “Covid-19 Update”. Disponible en: https://antarctic-logistics.com/2020/06/03/covid-19-updates/

García, Richard (2020). “La Antártica, el único continente libre del virus, se blinda para evitar contagios”. El Mercurio. Disponible en: https://merreader.emol.cl/2020/03/31/content/pages/img/pdf/KE3PIBRK.pdf?gt=050002

Gobierno de Argentina (2020) “La edición 117ª de la Compaña Antártica de Verano 2020-2021 se realizará bajo un estricto protocolo sanitario”. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/noticias/la-edicion-117a-de-la-campana-antartica-de-verano-2020-2021-se-realizara-bajo-un-estricto

IAATO (2020a) “IAATO and the response to COVID-19”. Disponible en:  https://iaato.org/iaatos-response-to-covid-19/

IAATO (2020b) “2019-2020 Tourists by Nationality (Total)”. Disponible en: https://iaato.org/wp-content/uploads/2020/11/2019-2020-IAATO-Visitors-By-Nationality-Total.png).

IAATO (2020c) “IAATO response to COVID-19”. Disponible en: https://iaato.org/iaatos-response-to-covid-19/

INACH (2020a) “INACH dispuso medidas precautorias en Antártica por avance de pandemia de COVID-19”. Disponible en: https://www.inach.cl/inach/?p=27840

INACH (2020b) “Investigadores que viajan a la Antártica efectúan estricta cuarentena preventiva obligatoria”. Disponible en: https://www.inach.cl/inach/?p=29445

Kubny, Heiner (2020) “Supply trip to McMurdo cancelled”. PolarJournal. Disponible en: https://polarjournal.ch/en/2020/11/09/supply-trip-to-mcmurdo-cancelled/

Lavallén, Andrés (17.08.2020) “Qantas llevará turistas australianos a la Antártida sin bajarlos del avión”. Disponible en: https://www.aviacionline.com/2020/08/quantas-llevara-turistas-australianos-a-la-antartida-sin-bajarlos-del-avion/

Reuters (2020) “Hurtigruten cancels Jan-March Antarctica cruises because of pandemic”. Disponible en: https://uk.reuters.com/article/hurtigruten-cancellation/hurtigruten-cancels-jan-march-antarctica-cruises-because-of-pandemic-idUKL8N2HD49P

The Ocean Endeavour (2020) “Sailing with Confidence. Our COVID-19 Response”. Disponible en: https://www.theoceanendeavour.com/covid-19-policies-and-procedures/