Medioambiente

Las diversas etapas de la exploración en la Antártica han construido en el imaginario colectivo la idea de un continente blanco, puro, estéril, monótono y hostil. Sin embargo, esta idea ha ido cambiando.

Cuando tomamos el taller de memoria para nuestras tesis de pregrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, lo primero que nos dijo el Prof. Luis Valentín Ferrada fue “queda estrictamente prohibido utilizar la expresión ‘el continente blanco’ en sus tesis”. Antártica o continente antártico eran, en consecuencia, las únicas expresiones apropiadas para una tesis en derecho. Pensábamos que se trataba sólo de un capricho del profesor, pero luego aprendimos que había algo de lógica detrás de esta regla inquebrantable y creemos que vale la pena compartirla.

1.  La Antártica no es completamente blanca

 

Puede que esta no parezca una razón suficiente para evitar tal descripción desde que un gran porcentaje de la superficie de la Antártica se encuentra cubierta permanentemente de hielo. Sin embargo, la Antártica, como el resto de los continentes, cuenta con una geografía muy diversa. Montañas, glaciares, bahías, estanques, arroyos, lagos, canales e islas reflejan un sinfín de paisajes vibrantes, siendo posible encontrar destellos de todos los colores.


(“Blood falls” del Glaciar Taylor. Tierra de Victoria. Peter Rejcek, NSF)

 

(Península Fildes, Isla Rey Jorge, Nicolas Dettling)

 

 

Tanto de día como de noche, los colores del cielo antártico pueden dejar postales inolvidables.

 

(Atardecer en Isla Rey Jorge. Nicolas Dettling)

 

 

(Auroras australes en el polo sur geográfico. Dr. Daniel Michalik)

 

 

Desde luego que también hay mal tiempo.

 

(Base McMurdo. Lori Foster)

 

La Antártica tiene vastas extensiones de colores marrones. Esto no sólo se debe al aumento de la temperatura y el consecuente deshielo, sino que también existen áreas denominadas valles secos (o dry valleys en inglés) donde la humedad es tan baja que prácticamente no hay hielo ni nieve.

 

(Wright Valley, de los valles secos de McMurdo. Tierra de Victoria. Nate Biletnikoff, NSF)

 

Incluso (y esto es lamentable), la Antártica cuenta cada vez más con mayores extensiones verdes producto del calentamiento global (The Washington Post, 2017).

 

(Península Fildes, Isla Rey Jorge. Nicolas Dettling)

 

El cielo, el mar y el agua cristalina de los hielos ofrecen diversas tonalidades de azul.

(Isla Rey Jorge. Nicolas Dettling)

 

 

2.  La carga de los colores

 

Hoy en día África sigue siendo denominada en múltiples medios de comunicación como “el continente negro”, lo que no se debe precisamente a sus paisajes. Si bien hoy existe una reivindicación del término “Negro” como forma de empoderamiento y reconocimiento identitario, no cabe duda de que denominar a los continentes por los colores de piel de sus habitantes carece de sentido y constituye más bien una manifestación de racismo.

La Antártica es el único continente de la Tierra que no cuenta con población humana nativa, por lo que, en principio, la referencia al color blanco no podría tener ningún un trasfondo racial. Sin embargo, las primeras expediciones en el continente antártico fueron llevadas a cabo por exploradores europeos durante el siglo XIX (lo que se conoce como “la época heroica de la exploración de la Antártica”), y, asimismo, la investigación antártica por muchos años fue percibida como una actividad masculina y “heroica”, propia de hombres blancos y atléticos (Nash et al., 2019).

George Washington Gibbs Jr. fue primer hombre negro en pisar tierra antártica, desempeñando principalmente labores logísticas, es decir, “limpiando, barriendo, cortando papas y sirviendo a los oficiales” (The Denver Post, 2012).

 

La presencia humana en la Antártica se justifica exclusivamente en el desarrollo de investigación científica, que es esencial para la comprensión de la Tierra y el cambio climático, y existe evidencia suficiente para demostrar que los equipos diversos son más productivos (Nature, 2020). La diversidad, por lo tanto, tiene que reflejarse en el mayor laboratorio internacional del planeta.

La revista Nature (una de las revistas científicas más prestigiosas a nivel mundial) publicó el artículo Lo que los científicos negros esperan de sus colegas y sus instituciones(2020), bajo el contexto de las protestas por el asesinato de George Floyd. En dicha nota, seis investigadores académicos afrodescendientes conversaron sobre cómo sus contribuciones son a menudo invisibilizadas y expresaron que esperan de sus colegas un espacio para dialogar sobre el racismo estructural y su carga emocional, así como también la necesidad de tomar medidas y preguntar directamente cómo ser “un aliado” en un mundo científico, donde la mayoría de sus integrantes nunca ha tenido que pensar en su color de piel o preocuparse de llevar una identificación visible para mantenerse a salvo.

Esperamos que la aceleración del deshielo de la Antártica algún día se detenga, pero también esperamos que se reconozca el significado, belleza y valor de todos los colores que proyecta la Antártica.

 

(Península Fildes, Isla Rey Jorge. Nicolas Dettling).

 

 

 

Puedes revisar más imágenes de los colores en la Antártica en el siguiente enlace: https://weather.com/science/news/photographer-captures-antarctica-shocking-colors- 20140623

 

 

 

REFERENCIAS

 

 

 

  • Nature (2020) “What Black scientists want from colleagues and their

institutions”. Disponible en: https://www.nature.com/articles/d41586-020- 01883-8

 

 

Sitio web: http://www.mcmurdodryvalleys.aq