Artículo escrito por Isidora Martínez Fariña
¿Qué tiene en común la ciudad de Punta Arenas o de Puerto Williams con las ciudades Hobart, Australia; Christchurch, Nueva Zelanda; Ushuaia, Argentina; y Ciudad del Cabo; Sudáfrica? Todas son consideradas como Gateways Cities (ciudades de entrada) del Continente Antártico.
Una ciudad de entrada puede ser definida como una localidad que es ingreso y salida a un área de difícil acceso (Burghardt, 1971: 269). Bajo esta lógica y en el contexto antártico, las ciudades de entrada son utilizadas como puertos para acceder al Sexto Continente, tanto en un sentido funcional, a través del transporte marítimo y aéreo, como en un sentido comercial, por su proximidad al área productiva (Roldán, 2015: 63).
Sin embargo, sería un error considerar a las ciudades de entrada antárticas como meros puertos de entrada y salida. Éstas “intervienen plenamente en [el control político de la Antártica], económico y militar, en el marco de un proceso de identificación territorial con el Continente Blanco” (Guyot, 2013:16). Ello, sin perjuicio de tener presente que las distancias hacia la Antártica de cada una de ellas son muy distintas y su vinculación político-jurídico con el Sexto Continente tampoco es uniforme.
Es por esto que Roldán (2015: 64) considera que estas ciudades tienen un rol dinámico, que además de aportar una posición geográfica ventajosa en torno a la Antártica, también aborda factores relacionados con la economía, educación y divulgación antártica dentro de la comunidad local, la presencia de una red de conocimiento científico, el sello y branding como un lugar especialista en temáticas polares, las conexiones culturales, históricas y sociales con la Antártica, los recursos locales y la infraestructura, el establecimiento como una autoridad de puerto, la presencia de agencias nacionales, entre otros.
En otras palabras, el turismo, patrimonio, infraestructura, logística, ciencia, comercio, desarrollo urbano y la educación, son todos factores que van formando una ciudad de entrada antártica (Dodds y Salazar, 2021).
Un ejemplo de lo anterior es la ciudad de Hobart, que, a pesar de no estar particularmente cerca de la Antártica en comparación con Punta Arenas, Puerto Williams o Ushuaia, se considera igualmente como una puerta de entrada antártica debido a sus actividades logísticas, económicas y científicas en relación con el Continente Austral (Dodds y Salazar, 2021).
Así, Australia ha potenciado esta ciudad y su rol antártico. A modo de ejemplo, ha implementado recientemente dos estrategias políticas al respecto en Tasmania. Primero, en el año 2022 se actualizó la 2016 Australian Antarctic Strategy, que enfatiza el deber de trabajar en la consagración de Hobart como una ciudad de entrada antártica. En virtud de ello, el gobierno de Tasmania se encuentra implementando la Tasmanian Antarctic Gateway Strategy 2022-2027 (Estrategia de Puerta de Entrada Antártica de Tasmania), que busca tanto convertir a Hobart en uno de los centros antárticos líderes en el mundo, como fomentar a la industria de Tasmania y su comunidad[1].
De esta forma, el gobierno de Tasmania reconoce la importancia de la Antártica y ve el rol de Hobart como una oportunidad para beneficiar no solo a la ciencia y al comercio nacional, sino que también a su propia ciudadanía. En este sentido, entre los propósitos de esta política se encuentran atraer a los tasmanos a trabajar en el sector antártico, estimular la exportación y comercio de productos para las bajas temperaturas y, por supuesto, fomentar su posición como un centro de logística, ciencia e investigación antártica.[2] Esta política es un ejemplo para todas las otras ciudades de entrada antártica acerca de cómo integrar a su propia comunidad y economía al desarrollo antártico.
Ella gira en torno a cinco objetivos principales que reflejan una comprensión de su rol dinámico. Estos son: (1) Invertir en la infraestructura estratégica de Tasmania en tanto puerta de entrada antártica; (2) Construir conciencia, marca y fuerza de trabajo de la comunidad antártica; (3) Aumentar la participación y las visitas internacionales; (4) Fomentar la innovación, tecnología y expertise polar; y (5) Facilitar la colaboración y las alianzas para alcanzar lo anterior. Cada uno de estos objetivos es desarrollado en detalle y se establecen acciones concretas para poder cumplirlos. A través de ellos, Tasmania podría fortalecer aún más el rol de Hobart como una ciudad de entrada antártica.
Todo lo anterior, sólo suma al rol e identidad que ya tiene Hobart como una ciudad de entrada antártica, mundialmente reconocida por su infraestructura y centro de investigación y educación antártica, siendo sede de importantes organizaciones relacionadas con la Antártica, a nivel nacional e internacional. Asimismo, resalta su rol como sede de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (Hall, 2000: 160; Roldán, 2015: 70).
En pocas palabras, Australia ha sabido cómo potenciar Hobart como una ciudad de entrada antártica teniendo en cuenta sus características propias y preocupándose de mantener una política actualizada que le respalde.
Para resaltar lo beneficioso que es el desarrollo de las ciudades de entrada antárticas, cabe mencionar que, a nivel internacional, existe una mayor presión para que las ciudades puedan tener una buena reputación e imagen que atraiga negocios extranjeros y contribuya al desarrollo regional (Roldán, 2015: 67), y la Antártica es una marca poderosa que ha ayudado en este marketing (Hall, 2000: 158).
Desde una perspectiva política, una ciudad de entrada es una expresión material del deseo de proyectar un poder territorial en la Antártica y de consolidar una identidad antártica (Dodds y Salazar, 2021). Para los Estados con derechos soberanos en la Antártica, se trata de una forma de conectar al Continente Austral con el resto del territorio nacional, cuestión que no todos los países tienen la posibilidad de hacer.
De igual manera, “políticamente, tener una ciudad de entrada antártica activa en el país ofrece una ventaja logística sobre el resto de los Estados antárticos. Permite a un país convertirse en el anfitrión de otras naciones antárticas, sus Programas Nacionales, y las empresas comerciales interesadas (es decir, turismo y pesca)” (Roldán, 2015: 66).
Por tanto, ¿no sería beneficioso para los intereses de Chile potenciar aún más a Punta Arenas y a Puerto Williams como ciudades de entrada antártica, de manera similar a lo que ha hecho Australia con Hobart? Esto estaría en línea con la Política Antártica Nacional (2021), que entre sus objetivos tiene el de: “Fortalecer y promover a la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena como un centro de actividad antártica nacional e internacional, consolidándola como un polo de desarrollo científico, tecnológico y logístico, reforzando la conectividad entre esta región y el continente antártico, así como la coordinación intersectorial”,[3] lo que se ha mantenido de la Política Antártica Nacional del 2017 (Ovalle, 2021).
Sin embargo, para lograr esto “es necesario tener una estrategia que plantee metas claras y objetivos alcanzables acorde a las capacidades disponibles. Se estima, que previo a continuar con cualquier tipo de iniciativa en pro del establecimiento de Punta Arenas [y Puerto Williams] como Gateway antártico, se debería diseñar y redactar una estrategia regional que defina el camino hacia el objetivo. Tomar experiencias de ciudades antárticas que han implementado estrategias exitosas podría ser un punto de partida al momento de diseñar este plan regional” (Ovalle, 2021).
En conclusión, tanto para los intereses de Chile recogidos en su Política Antártica Nacional, como también para el desarrollo político, económico, comercial, turístico y cultural de Punta Arenas y de Puerto Williams, no estaría mal aprender de Hobart e implementar una política estratégica que potencie su rol dinámico como ciudades de entrada al Continente Antártico.
BIBLIOGRAFÍA
BURGHARDT, Andrew Frank (1971). “A Hypothesis about Gateway Cities”. Annals of the Association of American Geographers, 61(2): 269-285.
56° CONSEJO DE POLÍTICA ANTÁRTICA (2021). Política Antártica Nacional, disponible en: link.
DODDS, Klaus y SALAZAR, Juan Francisco. “Gateway Geopolitics: Assembling Infrastructure, Policies and Tourism in Hobart and Australian Antarctic Territory/East Antarctica” en Tourism Geopolitics: Assemblages of Infrastructure, Affect, and Imagination, por Mary Mostafanezhad, Matilde Córdoba y Roger Norum, edits. Tucson, The University of Arizona Press. [en linea] Disponible en: link.
GOBIERNO DE TASMANIA (2022). Tasmanian Antarctic Gateway Strategy 2022-202¸ disponible en: link.
Guyot, Sylvain (2013). “La construcción territorial de cabezas de puente antárticas rivales: Ushuaia (Argentina) y Punta Arenas (Chile)”. Revista de Transporte y Territorio, 9: 11-38.
HALL, Michael (2000). “The tourist and economic significance of Antarctic travel in Australian and New Zealand Antarctic gateway cities”. Tourism and Hospitality Research, 2 (2): 157-169.
OVALLE, Luis (2021). “Punta Arenas como Gateway Antártico ¿Qué hace falta?”. Revista de Marina. [en línea] Disponible en: link.
ROLDÁN, Gabriela (2015). “¿Una puerta al continente blanco? La importancia de las ciudades de entrada a la Antártida en la actualidad”. Journal de Asuntos Antárticos, (II): 61-75.
[1] Gobierno de Tasmania (2022). Tasmanian Antarctic Gateway Strategy 2022-202¸ disponible en: https://www.antarctic.tas.gov.au/__data/assets/pdf_file/0008/404684/FINAL_TAG_Strategy_2022_-_27.pdf.
[2] Gobierno de Tasmania (2022). Tasmanian Antarctic Gateway Strategy 2022-202¸ disponible en: https://www.antarctic.tas.gov.au/__data/assets/pdf_file/0008/404684/FINAL_TAG_Strategy_2022_-_27.pdf.
[3] 56° Consejo de Política Antártica (2021). Política Antártica Nacional, disponible en: https://www.minrel.gob.cl/minrel/site/docs/20190906/20190906113642/3a___texto_politica_antartica_nacional_de_2021__aprobada_16_3_2021.pdf