Alemania es un Estado relativamente “joven” creado recién en el año 1871, sin embargo, es un país con una cultura milenaria, además de ser el más grande de Europa central y una de las 10 mayores economías del mundo. Además, es un país comprometido con el quehacer antártico, relacionado tanto con la gobernanza como con la protección medioambiental. En este nuevo capítulo de la sección Rompehielos, analizaremos brevemente la conexión de Alemania con la Antártica, abordando tanto su historia, proyectos y el futuro germano en el Continente Austral.
Alemania, al igual que otras naciones en la “Edad Heroica de la Exploración Antártica”, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, participó de las extensas expediciones de las potencias mundiales para explorar el Sexto Continente. La primera expedición alemana en la Antártica fue en 1901, llamada expedición Gauss. Estuvo a cargo de Erich von Drygalski, un destacado profesor de geofísica y geografía de la Universidad de Berlín, quien contaba con experiencia en expediciones polares en Groenlandia (Whaler, 2001).
Desde ese entonces se puede apreciar la importancia que el Estado alemán da a la Antártica, ya que la expedición fue en gran parte financiada por su gobierno, así como la construcción de un barco para la expedición. El Gauss zarpó del puerto de Kiel el 11 de agosto de 1901, sin embargo, en 1902 quedó a la deriva en el Mar de Davis, y estuvo atrapado en el hielo hasta 1903. A pesar de estos inconvenientes, se pudieron realizar observaciones e investigaciones científicas durante la deriva (Whaler, 2001).
Una nueva expedición antártica alemana se desarrollaría entre los años 1911 y 1913 bajo la dirección del geofísico Wilhelm Filchner, en el buque Deutschland. Su objetivo era cruzar por primera vez la Antártica por vía terrestre, eligiendo para ello su lugar más angosto, entre los mares de Weddell y de Ross. A pesar de que ello fue en definitiva imposible de lograr, se considera que la expedición fue exitosa por la gran cantidad de datos científicos que se recogieron y LOS descubrimientos geográficos realizados.
Una tercera expedición alemana, bajo el régimen nacionalsocialista, se produjo en los años 1938-1939, en el buque Schwabenland. Ella exploró la costa de la Tierra de la Reina Maud y realizó reconocimientos aéreos hacia el interior. Su objetivo principal era estudiar la instalación de bases balleneras, así como obtener datos para una eventual reclamación territorial. Pocos meses después de concluida la expedición se dio inicio a la Segunda Guerra Mundial, por lo que, salvo algunas acciones de sabotajes a buques noruegos en los mares australes durante el conflicto, se suspendió toda acción antártica alemana.
Como es sabido, tras la guerra Alemania fue dividida en la República Federal Alemana (RFA), aliada de las potencias occidentales, y la República Democrática Alemana (RDA), perteneciente a la órbita soviética. Ambos Estados adhirieron al Tratado Antártico en la década de 1970. Primero lo hizo la RDA, el 19 de noviembre de 1974, y luego la RFA, el 5 de febrero de 1979. Posterior a la caída del muro de Berlín y el proceso de reunificación, y la subsecuente desaparición de la RDA, se informó al gobierno depositario del Tratado Antártico que Alemania continuaría ligada a tal convención como un solo Estado, pero entendiendo que lo hacía en tanto continuadora de la RFA (por lo que la fecha de adhesión de esta última es la que se considera, a pesar de ser anterior la de la RDA).
Alemania adquirió el status de parte consultiva el 3 de marzo de 1981. Desde entonces se ha caracterizado por su activa participación en el desarrollo del Sistema del Tratado Antártico, siendo parte del Protocolo Medioambiental y de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, entre otros.
En la actualidad, las actividades alemanas en la Antártica se canalizan en su programa antártico, liderado por el Instituto Alfred Wegener, el cual también se encarga de las operaciones en el Ártico. Una de sus principales características es intentar mantener un desarrollo armonioso entre las actividades científicas efectuadas en la Antártica y en el Ártico. También aborda la investigación en el Mar del Norte y en las regiones costeras alemanas. El Instituto cuenta con una amplia infraestructura, que incluye barcos, estaciones y laboratorios de primer nivel.
Dentro de las actividades alemanas, destaca la operación del Polar Stern, un buque de investigación que lleva más de 30 años navegando, con casi dos millones de millas náuticas en las regiones polares. Él se ha transformado en un ícono del Instituto Alfred Wegener. Su impacto en la producción científica alemana ha llevado a que este año 2022 el gobierno germano iniciara un proceso de licitación para construir el Polar Stern II. Se prevé que su construcción se inicie el 2023 para que esté en condiciones de navegar el año 2027 (Instituto Alfred Wegener, 2022).
En palabras de la ministra de investigación de Alemania, Bettina Stark-Watzinger, los objetivos del proyecto son claros: construir un banco que sirva de motor para la ciencia internacional en los entornos más extremos del mundo. Además, para el director del Instituto Alfred Wegener, Antje Boetius, el desarrollo de esta iniciativa se enmarca dentro de la agenda global 2030 de sostenibilidad de las Naciones Unidas.
Otro de los proyectos de Alemania en la Antártica es la base científica Neumayer Station III, la cual empezó a operar el año 2009, en un régimen de funcionamiento anual. La base cuenta con diversos observatorios meteorológicos de vital importancia para la ciencia antártica. Así, el año 2021 más de 10 publicaciones científicas utilizaron datos del observatorio meteorológico de la Neumayer Station III (Instituto Alfred Wegener, 2022).
El evento reciente más importante del Sistema del Tratado Antártico, la XLIV Reunión Consultiva del Tratado Antártico, fue realizada en Berlín, teniendo a Alemania como país anfitrión por tercera vez (las dos anteriores, realizadas en la ciudad de Bonn, fueron el año 1991 y en 1983 una reunión consultiva especial). El encuentro de este año 2022 fue singular dado que fue la primera reunión presencial tras la pandemia. El énfasis de esta, en palabras de Miriam Wolter, jefa de la delegación de Alemania del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de este país, fue la lucha contra la crisis climática y la protección de los ecosistemas, a través de designación de áreas protegidas para resguardar el clima y la diversidad natural. Este encuentro debió además enfrentar la complicada situación de que tanto Ucrania como Rusia fueran participantes de esta, en circunstancia que la segunda se encuentra en una guerra de invasión contra la primera (Dannemann, 2022).
Alemania destaca en la Antártica no solo por sus grandes proyectos e infraestructura, sino que la cooperación internacional también es un aspecto muy relevante. El año 2018 se dio inicio el Workshop SouthTRAC HALO, un taller que reúne a científicos de Alemania, Argentina y Chile. Por su parte, el proyecto científico Southern Hemisphere Upper Troposphere and Lower Stratosphere, busca conocer la composición y fenómenos climáticos en el hemisferio sur del planeta, a través de la realización de expediciones aéreas en el avión laboratorio HALO, sigla en inglés para «Avión de Investigación de Alta Latitud y Largo Alcance». Este volará tanto en la zona austral de Sudamérica como en la península Antártica, operado por la Agencia Aeroespacial Alemana (DLR) (INACH, 2019).
En palabras de Mario Leppe, director del Instituto Antártico Chileno (INACH), esta iniciativa, representa una gran oportunidad para la comunidad de científicos chilenos, en términos de entender las dinámicas de la atmósfera baja. Cabe mencionar que proyectos similares han sido desarrollados por este avión estudiando tanto el Ártico como el Atlántico Norte (INACH, 2019).
De eta manera, es posible apreciar la importante vinculación que posee Alemania con el Continente Antártico, ya desde principios del siglo XX. A pesar de no ser uno de los Estados signatarios del Tratado Antártico, se adhirió a él tempranamente y ha alcanzado posiciones de liderazgo tanto en los estándares de protección medioambiental, como en la producción científica y la gobernanza antártica.
Por lo mismo, es muy probable que en las decisiones importantes que tiene que tomar el Sistema del Tratado Antártico en la próxima década debido al cambio climático, Alemania sea uno de sus actores principales. Dado su importante rol en el entorno europeo y global, será esencial su participación en la formación, concreción e implementación de los futuros acuerdos necesarios para mantener a la Antártica como un continente pacífico, dedicado a la ciencia y con su medioambiente protegido.
Bibliografía
Dannemann, V. (31 de Mayo de 2022). Reunión del Tratado Antártico: la protección de la Antártida es clave para el futuro del planeta. Obtenido de DW Web Site: https://www.dw.com/es/reuni%C3%B3n-del-tratado-ant%C3%A1rtico-la-protecci%C3%B3n-de-la-ant%C3%A1rtida-es-clave-para-el-futuro-del-planeta/a-61989826
INACH (23 de Mayo de 2019). Chile, Alemania y Argentina promueven trabajo conjunto en “SouthTRAC HALO”. Obtenido de INACH Web Site: https://www.inach.cl/inach/?p=26697
Instituto Alfred Wegener (10 de Agosto de 2022). Research ice breaker Polarstern. Obtenido de AWI Web Site: https://www.awi.de/en/expedition/research-vessel-and-cutter/polarstern.html
Whaler, D. (2001). Cool Antartica. Obtenido de Erich von Drygalski – 1901-03 Gauss – German National Antarctic Expedition: https://www.coolantarctica.com/Antarctica%20fact%20file/History/antarctic_whos_who_gauss.php