Durante mayo celebramos el Mes del Mar y reflexionamos sobre la importancia de este elemento esencial para Chile como un país con vocación oceánica. En ese sentido, destacamos el papel de la Armada de Chile, institución que cumple con una importante tarea al contribuir al desarrollo marítimo de Chile, brindando seguridad en la navegación, fomentando el desarrollo portuario, manteniendo la cartografía y la señalización marítima, y efectuando inspecciones y vigilancia en pos de la seguridad a la vida humana en el mar.
En esta ocasión entrevistaremos al capitán de navío Lars Christiansen Pescio, jefe de la División de Operaciones y Coordinación Antártica de la Armada y representante de la institución en las distintas reuniones nacionales e internacionales relacionadas con el Sexto Continente. En esta entrevista nos contará sobre el rol que desempeña la Armada en la Antártica chilena en cuanto a seguridad, logística, ciencia y presencia soberana.
¿Cuál es la función que usted cumple dentro de la Armada en relación con la Antártica?
Actualmente soy el jefe de la División de Operaciones y Coordinación Antártica, la cual es dependiente del Estado Mayor General de la Armada. Estoy encargado de efectuar la coordinación y planificación de las distintas campañas antárticas que se hacen todos los veranos, así como de representar a la Armada en todas las reuniones nacionales e internacionales en temas relacionados con la Antártica.
¿Cuál es rol que juega la Armada en temas antárticos a nivel nacional?
El rol de la Armada es, en primer lugar, efectuar presencia soberana por medio de sus bases y de los buques que navegan en aguas antárticas. Lo segundo es apoyar la ciencia. En nuestras bases y buques hay científicos trabajando, realizamos las expediciones científicas antárticas a bordo de unidades. Asimismo, en la base Prat tenemos un laboratorio del INACH, al cual damos soporte material y también al personal que va durante el verano. Otra labor importante es la responsabilidad de búsqueda y rescate, la cual hemos podido realizar de forma satisfactoria, y afortunadamente hemos podido socorrer a las personas que han requerido nuestra ayuda.
En resumen, entre muchas tareas, la Armada cumple con: presencia, apoyo a la ciencia, rescate antártico y transporte logístico. En relación a este último punto, sin los buques de la Armada, las instalaciones en Antártica difícilmente se podrían mantener, porque lo que se puede llevar por avión es muy poco. Por lo tanto, cada temporada hacemos entre 10 y 12 viajes para abastecer todas las bases y retirar toda la basura que se ha acumulado durante el año.
La Armada también cumple con funciones a nivel internacional en temas de cooperación antártica, un ejemplo de esto es la Patrulla Naval Combinada, un trabajo que se hace en conjunto con Argentina. ¿Cómo funciona esta patrulla y qué otras contribuciones hace la Armada a nivel internacional?
El año 1998 se firmó el acuerdo entre ambas marinas, chilena y argentina, y desde entonces mantenemos un buque de patrulla permanente en el área antártica. La responsabilidad SAR (de búsqueda y rescate) del área en la península está asignada internacionalmente a ambos países. Para no tener un buque de forma permanente de cada uno de los dos países, se acordó que el período estival se dividiría en cuatro etapas, y en forma alternada hay presencia de un buque en forma permanente, ya sea de Chile o de Argentina, haciendo guardia en el área antártica. También hay otro buque en alerta en Punta Arenas o Ushuaia, para concurrir si es necesario más apoyo.
La Armada también se encarga de realizar inspecciones bajo la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (Convención CAMLR, por sus siglas en inglés). Somos el único que país de los que participa en el Sistema del Tratado Antártico que envía buques al área antártica para el desarrollo de estas labores en forma exclusiva. En estos momentos, hay un buque chileno inspeccionando todos los buques autorizados por la Comisión CAMLR para pescar en aguas antárticas. Eso se transforma en informes que van a la reunión anual de Comisión CAMLR y que son muy valorados.
Usted ha ejercido como delegado de la Armada en las distintas conferencias diplomáticas sobre temas antárticos. En relación a las Reuniones Consultivas del Tratado Antártico, así como las del Comité de Protección Ambiental que sesiona paralelamente ¿Cuáles son los desafíos que reconoce en este contexto y cuáles son las prioridades de Chile como miembro consultivo?
El gran desafío es mantener la Antártica como un continente prístino. Cada vez hay más turismo y gente visitando la Antártica. Está actividad está muy controlada, pero todo deja huella, así que lo más importante es mantener la Antártica en estado prístino, no contaminada. Esto demanda un gran esfuerzo de parte de todos los actores en estos temas en cuanto a tratamiento de residuos, retiro de basura, el funcionamiento de bases y buques. Es un gran trabajo material y personal. Y esto contribuye al combate contra el cambio climático, ya que la Antártica regula el clima del mundo.
Actualmente se está desarrollando la Reunión Consultiva en Berlín, y efectivamente en el Comité de Protección Ambiental uno de los puntos más importantes son el control de la contaminación y la restricción al acceso en ciertas áreas.
Otro desafío, más a futuro, es el prepararnos para el 2048, ya que nadie sabe que va a pasar, si se presentará o no alguna moción para cambiar la situación del Protocolo Ambiental.
A nivel nacional, los temas ambientales son también muy importantes. Actualmente se está trabajando en nuevos reglamentos derivados de la Ley Antártica, y en la parte ambiental es donde esta labor va más adelantada. Esto, sin perjuicio de otras prioridades nacionales antárticas, como potenciar Magallanes, que vemos con alegría que está resultando. Sin embargo, la política ambiental es una prioridad y Chile trabaja rápidamente para instaurarla.
En Chile se está trabajando en el proyecto “Antártica I”, una iniciativa para construir un moderno rompehielos especialmente diseñado para viajes antárticos y que es el primero de este tipo que se construye en el país, y en Sudamérica. ¿Qué contribución tendrá este nuevo buque para la ciencia antártica?
Desde el año 1947 nuestros buques han ido a la Antártica, y hemos tratado de hacer la mejor ciencia posible dentro de estos buques que son de transporte, de guerra, básicamente, pero que no están especialmente equipados para hacer ciencia antártica. La gran contribución de este nuevo rompehielos es que será un verdadero laboratorio flotante. Va a contar con los laboratorios que requiere el Programa Nacional de Ciencia Antártica para cumplir con sus siete ejes de investigación. Estará completamente equipado y tendrá cámaras de frío capaces de almacenar testigos de hielo, para que los investigadores puedan analizarlo en el futuro Centro Antártico Internacional de Punta Arenas. El gran aporte será el trabajo de ciencia que se podrá hacer por primera vez a bordo del buque, y el que tendremos un buque de investigación propio navegando en la Antártica. Además, nos permitirá operar en aguas antárticas prácticamente todo el año.
La Armada se encuentra trabajando en un proceso de renovación de sus bases antárticas, ¿nos puede contar más detalles sobre esto?
Estamos trabajando en la renovación de la Base Frei junto con la Fuerza Aérea. Haremos una base conjunta que va a acoger las dependencias de la Armada de Chile y de la Fuerza Aérea. Se pretende lograr un ordenamiento territorial mejor que el que existe actualmente en el sector de Bahía Fildes, pasando de alrededor de 42 edificaciones a entre 10 y 12. Es un proyecto grande que también va junto al de la construcción de un muelle. Será una instalación que nos permitirá mejorar el transporte, recepción y despacho de carga y basura con mayor seguridad, optimizando los tiempos y seguridad del personal y de la carga que se lleva a la Antártica.
Por otro lado, también estamos trabajando en la Base Prat, la primera base antártica chilena y una de las más antiguas del mundo, inaugurada en 1947. Este verano un grupo grande de especialistas en construcción y arquitectos visitó la base con el fin de desarrollar un programa de mejoras, intentando rescatar patrimonialmente lo que fue la primera construcción y transformarla en museo para darle valor agregado a lo que fue nuestra primera base nacional. Además está emplazada en un área por donde pasan muchos buques de turistas.
¿Algún comentario final que le interese hacer?
Agradecer a U-Antártica la posibilidad de divulgar estos temas. Me parece que falta dar a conocer más la Antártica a nuestra gente, al país, a Chile. Me he dedicado a dar charlas en colegios y creo que es algo necesario. A todos nos enseñan que Chile es una larga y angosta faja de tierra y al final de ésta hay un pequeño triángulo que es la Antártica. Pero se sorprenden mucho cuando uno les dice que el tamaño real del Territorio Chileno Antártico, al lado del Chile americano, va desde Chañaral hasta la isla Diego Ramírez, y que su tamaño es 1,6 veces lo que es Chile continental americano. Por eso creo que deberíamos hacer esfuerzo combinado y dar a conocer en forma consistente a la ciudadanía lo que es la Antártica y su valor para Chile y para el mundo.